Todo el mundo ha oído hablar de Acapulco, el lujoso complejo turístico de playa que fue el lugar de residencia de estrellas como Sinatra, Bardot y Elizabeth Taylor a mediados del siglo XX.

Respaldado por las montañas de la Sierra Madre del Sur, Acapulco tiene tres zonas turísticas: Las Playas en el norte, donde la ciudad tomó forma por primera vez, la Zona Dorada de gran altura en el arco de la bahía, y la más reciente Punta Diamante, que ahora emerge como una escapada de lujo.

Una cosa que hay que mencionar sobre Acapulco es que su corona se ha deslizado desde los años 90.

Todo ello se debe a la guerra entre cárteles, y aunque la violencia rara vez afecta a los turistas, es un serio factor de disuasión.

Sin embargo, gracias a los lujosos desarrollos que están surgiendo en la apartada Punta Diamante y a un nuevo túnel que alivia la notoria congestión del tráfico, Acapulco espera recuperar parte de su brillo del siglo XX.

Exploremos las mejores cosas que hacer en Acapulco:

1. Fuerte de San Diego

El principal monumento histórico de Acapulco es su fuerte de la estrella, erigido por primera vez en 1617 para protegerse de los ataques piratas.

En aquella época era la fortificación más fuerte de la costa mexicana del Pacífico y se construyó para proteger a los galeones de Manila, una flota que navegaba por la ruta comercial del Pacífico entre Acapulco y Manila (Filipinas), controlada por los españoles.

Tras los daños causados por un terremoto en la década de 1770, se reconstruyó con una forma pentagonal regular.

En las décadas siguientes, el fuerte entró en acción militar, primero durante la Guerra de la Independencia de México, cuando fue asediado por insurgentes, y luego durante la intervención francesa en México en la década de 1860.

2. Museo Historico de Acapulco

Desde 1986 hay un museo en el interior del fuerte, que detalla el pasado de Acapulco y explica el papel del fuerte en momentos importantes de los últimos 400 años.

Lo más interesante son los detalles sobre los galeones de Manila, la piratería en el Pacífico y el comercio con Japón y China.

Se puede ver una maqueta de los galeones que cruzaron el Pacífico y algunos objetos auténticos importados, como jarrones de porcelana.

La exposición se remonta más atrás en el tiempo para documentar la cultura prehispánica de Mezcala, que habitó partes del actual estado de Guerrero entre el 700 a.C. y el 650 d.C., y que se reconoce por sus máscaras y figurillas geométricas de piedra muy características.

3. La Quebrada Cliff Divers

En La Quebrada hay una estrecha entrada amurallada por vertiginosos acantilados en la que los buceadores realizan espectaculares saltos para el público desde al menos 1934. Lo que hace que la hazaña sea tan difícil es el agua en la que se sumergen: Los submarinistas tienen que esperar a que entre una ola para asegurarse de que el agua es lo suficientemente profunda y evitar lesiones.

Suben a los acantilados sin cuerdas y saltan desde repisas a 12 y 24 metros, y hay espectáculos diarios a las 13:00, 19:30, 20:30 y 21:30. Hay que pagar una pequeña cuota (2,50 $) para ver el espectáculo desde una plataforma, o conseguir una mesa en el restaurante La Perla, en una terraza junto al acantilado.